Preguntas frecuentes

El licopeno puede asociarse con la pigmentación roja y anaranjada de frutas y verduras como el tomate, la papaya, la sandía y el pomelo rojo. Por otro lado, no se encuentran en las fresas y las cerezas, a pesar de su coloración.

El Licopeno contiene una cadena alifática de 40 átomos de carbono con numerosos dobles enlaces, que son los que le hacen reflejar la luz en el espectro del rojo. Dada su estructura con pocas cargas eléctricas, no se disuelve bien en agua. El Licopeno se aloja en el interior celular, junto a las paredes, que son lipídicas. En nuestro cuerpo se acumula en la grasa, en el riñón, en el hígado y especialmente en la próstata en el caso de los hombres, aunque se encuentra repartido por todos los tejidos, la sangre incluida.

Se ha comprobado que cuando consumimos licopeno en aceite, se absorbe intestinalmente una mayor cantidad de licopeno (hasta 2,5 veces más) que cuando lo tomamos de alimento crudo como el tomate y la sandía, calculado todo ello a igualdad de concentraciones. Este hecho se explica porque el licopeno es un compuesto liposoluble que no mezcla tan bien con el agua.

Precisamente esta importante presencia del licopeno en la próstata ha llevado a relacionarlo con un efecto anticancerigeno, dado que es un antioxidante muy potente, mucho más incluso que la vitamina E. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvard durante seis años, reveló que el consumo de licopeno redujo en un 45% las posibilidades de desarrollar cáncer de próstata en una población de 48.000 sujetos que tenían en su dieta por lo menos diez raciones semanales de tomate o subproductos de este. No obstante, se precisan de más estudios para establecer conclusiones definitivas.

El licopeno es el carotenoide más predominante en la sangre humana, está presente de forma natural en cantidades mayores que el betacaroteno y otros carotenoides dietéticos. Se acumula en órganos como la piel, el hígado, los pulmones y la próstata.

El licopeno tiene un gran poder antioxidante lo que le confiere unas propiedades singulares como alimento saludable, ya que previene las enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo.

• Reduce la presión arterial (hipertensión).
• Disminuye los niveles de colesterol y tiene efecto ateroprotector (menor rigidez o endurecimiento de las arterias).
• Relacionado con lo anterior, la ingesta de licopeno parece reducir así el riesgo de enfermedad cardiovascular.
• Existe evidencia de que su consumo reduce las posibilidades de desarrollar cáncer de próstata, en hasta un 45 % según algunos estudios. El Instituto Nacional del Cáncer (NIH) señala que el licopeno «disminuye la proliferación celular del cáncer de próstata y puede modular la evolución del ciclo celular».

Respecto al licopeno, 10-15 mg/día es la recomendación más generalizada, normalmente en formato comprimidos o cápsulas blandas. En los ensayos clínicos y en el tratamiento de patologías concretas como cáncer de próstata se emplean dosis mayores, hasta 120 mg, sin peligro. Para mejorar la biodisponibilidad del licopeno, se aconseja consumirlo junto con las comidas.

Una ingesta elevada de licopeno podría causar un tinte naranja fuerte en la piel (licopenodermia). El color desaparece cuando se reduce o elimina el consumo de carotenoides.

El Licopeno requiere un par de semanas de suplementación antes de que se noten los beneficios. No funciona de la noche a la mañana como un medicamento recetado, sino que se bioacumula en el cuerpo. Con una vida media de aproximadamente 16 horas, la suplementación regular acumulará niveles adecuados durante un par de semanas.

Ten en cuenta que la mayoría de suplementos tardan entre 30 y 60 días en mostrar sus primeros efectos.

Como es soluble en aceite, el licopeno puede tardar un tiempo en acumularse en su cuerpo. La mayoría de las personas notan los efectos en 2-6 semanas, y se recomienda que tome licopeno con alimentos ricos en aceite como las ensaladas para ayudar a aumentar la absorción. Puede utilizarse con seguridad de forma continua durante un máximo de 360 días.

Las cápsulas contienen licopeno natural (extraído de tomate), utilizamos para su extracción la tecnología “Extracción por Difusión Molecular SX” combinada en aceite de grado alimentario.

Actualmente, el licopeno no se recomienda para el consumo de niños.

• El licopeno puede disminuir la coagulación de la sangre, lo que supone un aumento del riesgo de hemorragia durante una cirugía. En caso de someterse a una intervención quirúrgica, conviene suspender su ingesta al menos dos semanas antes de la misma.
• Tal y como sucede con otros suplementos o complementos, los antioxidantes pueden interactuar con algún fármaco. Si se está medicando, consulte con su médico antes de comenzar a tomar un suplemento de luteína o de licopeno.
• Aquellos que toman medicamentos para la presión arterial baja no deben tomar licopeno, ya que podría causar una presión arterial aún más baja.
• La investigación preliminar muestra que la ingesta de licopeno todos los días durante 8 semanas podría disminuir la presión arterial en personas con presión arterial alta. Sin embargo, el licopeno no parece ayudar a las personas con presión arterial alta inconstante.